Existen diversas formas de desarrollar un plan de comunicación. La más simple es la de ejecutar la misma estrategia que hayas aplicado antes en otras empresas o clientes. Por supuesto, puedes estudiar la casuística y las circunstacias de la compañía para la que habrá que poner en marcha las acciones de relaciones públicas pertinentes, pero eso llevará su tiempo, y a veces no es que no lo tenga tu agencia de comunicación, sino que no lo tiene el cliente. Para este último, sin embargo, una de las situaciones más comunes es la metodología de la comparación: “yo quiero lo mismo que mi competencia”.
¿Tu cliente no salió en ese reportaje en el que se habla de su competencia? Malo, malo...
Partir de lo que han hecho otros tiene, sin duda, muchísimas ventajas. Para empezar, te ahorras llevar a cabo un estudio de la situación del mercado. Como dicho mercado es tu competencia, y al cliente no le interesan otro tipo de actores, ya tienes definido el marco de relaciones públicas en el que te vas a mover. Por otra parte, no tienes que darle vueltas a idear y ser creativo. ¿Tienes dudas sobre qué clase de estrategia ejecutar, sobre todo en medios sociales? No hay problema: haz lo mismo que aquellos a los que tu cliente admira hicieron antes. Si a ellos les fue bien, ¿por qué a ti no? Por último, facilita poner objetivos y medirlos. ¿Cómo le ha ido a mi competencia? ¿Son referencia del sector y el mejor caso de éxito en cuestión de relaciones públicas? ¿Son los que más seguidores tienen en Twitter, o los más populares en Facebook? Pues esos van a ser los parámetros por los que se valorará tu desempeño.
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